Había un lago lleno de cocodrilos. Como los cocodrilos se enamoraban mucho tuvieron que separarlos con alambres de puas. También había un cocodrilo que estaba enamorado de una cocodrila y solo se podían dar besos por el alambrado. Un día, el cocodrilo no resistió más y dijo voy a trapasar ese alambre de pua y lo trapasó. Entonces la cocodrila le dijo:
¡Ay mi cocodrilo!
Entonces este le respondió:
No me digas cocodrilo, solo llamame drilo, porque los cocos se me que quedaron enganchados en el alambre.
El cocodrilo y la cocodrila que estaban enamorados
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La nave de Asterión - Taller de literatura